Retomamos el tema de la climatización en el hogar y cómo ahorrar energía con ella y seguimos
en esta ocasión centrándonos en otro de los sistemas que se pueden utilizar
para adecuar la temperatura a las necesidades del momento.
Se trata de las bombas de calor, este sistema funciona
mediante electricidad, y como veíamos en el primer post sobre el tema, sirve
tanto de calefacción, como de refrigeración. Su sistema de funcionamiento se basa en el
intercambio de calor de un lugar a otro.
Una de sus principales aplicaciones es como aire
acondicionado en hogares, oficinas, o cualquier otro lugar que se quiera
climatizar, aunque también se puede utilizar desde para calentar una piscina, hasta
para adecuar la temperatura de un invernadero.
Este sistema es muy adecuado en lugares muy fríos como pueden
ser algunos países del norte de Europa, pero en España no está tan claro si
siempre es el sistema más adecuado.
Si se mira desde los sistemas energéticos tradicionales, siempre
se ha considerado que el sistema más eficiente de calefacción ha sido la quema
directa de un combustible en el hogar, en lugar de necesitar la generación y
posterior transporte de la electricidad desde la central correspondiente. Pero
debido a los cambios producidos en los sistemas de generación de la energía, es
decir, la introducción de las energías renovables, esto cambia de manera
significativa, ya que la eficiencia de este tipo de energías es mucho mayor.
Por lo tanto, se puede decir que es un buen sistema de
calefacción, pero hay que matizar que esto depende de que sea un aparato con un
buen rendimiento y de buena calidad, si no es muy probable que deje de ser tan
eficaz.
A estas ventajas hay que sumar su reversibilidad para convertirse
en sistema de refrigeración, con lo que permite que con un mismo aparato
tengamos solucionada la climatización en cualquier época del año.
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